Durante mucho tiempo, yo tenía que viajar por el trabajo. Me tocaba ir a sitios que muchas veces estaban a cientos de kilómetros, durante varias semanas, y en ese tiempo no tenía posibilidad de devolverme a traer algo que se me hubiera olvidado.
Las primeras veces era problemático. Dejaba el cepillo de dientes, o dejaba ropa olvidada, o cosas por el estilo. Y tenía que estarme preocupando por ir a buscar lo que se me había olvidado al supermercado local. O tener la molestia de vivir esas semanas sin lo que fuera que dejara olvidado.
La solución a mi problema? Una lista de empaque.
Después de un tiempo encontré una muy buena solución: una lista de empaque. En el primer viaje, hacía una lista de todas las cosas que llevaba. Si se iba conmigo, iba anotado en la lista. Conforme usaba las cosas, les ponía una marca en la lista. Y luego al regreso revisaba las marcas. Si algo no lo había usado, analizaba si realmente era necesario. Y por supuesto lo que sí había usado, me aseguraba de tenerlo empacado la siguiente vez.
La lista la mantenía en la computadora o en la tablet, así siempre estaba actualizada con los cambios y actualizaciones de mi viaje más reciente.
Cuál fue el resultado? Pues, no se me olvidaron más las cosas. Porque cada vez que iba de viaje, revisaba la lista y empacaba lo que hiciera falta. Además, no llevaba equipaje en exceso, porque ya sabía qué cosas realmente eran necesarias y qué cosas nunca usaba.
Y cuando tenía que ir a un lugar totalmente nuevo, o a hacer algo nuevo, tenía una lista que me servía de base. Agregaba o quitaba cosas según fuera el caso, y estaba listo para el nuevo destino.
Esta estrategia de la lista de empaque resulta muy buena, especialmente si uno viaja con frecuencia. También puede utilizarse para casos donde no tengan que viajar, pero en donde les pase que dejan cosas olvidadas. Por ejemplo pueden tener una lista de chequeo de cosas que tienen que llevar a la oficina todos los días. O pueden tener listas de empaque diarias para los útiles escolares de los niños. Las posibilidades no tienen límites, y la paz mental que se obtiene al saber que uno lleva todo lo que necesita, es realmente fabulosa.
