Redactar está entre las cosas que más tenemos que hacer a diario, y que por lo general más odia hacer la gente. Y viendo la cantidad de problemas y carencias que tienen las personas al redactar cosas, tanto en los lugares de trabajo cómo en su vida individual, no me sorprende que no les guste redactar.
Pero hay un secreto para redactar mejor, de dos partes, y que funciona casi al instante con muy poca práctica. La primera parte de este secreto para redactar consiste en pensar un minuto, y luego ir directo a la idea. Y la segunda parte… redactar totalmente al revés de como nos enseñaron en el colegio!
El mejor secreto para redactar, por más extraño que suene!
La primera parte del secreto para redactar consiste en ver qué es lo que queremos comunicar. Tenemos que detenernos, y pensar por uno o dos minutos qué queremos que la otra persona entienda. Muchas veces la gente redacta, y no sabe qué es lo que quiere decir. Entonces dice 4 cosas diferentes, ninguna de las cuales aporta a la idea central. Y luego se resienten porque nadie les entiende.
Una vez que tenemos claro lo que queremos decir, vamos directo a la idea. Sin adornos. Sin saludos. Sin introducciones. Ponemos la idea sobre el papel (o en el monitor!). Así como la tenemos en la mente, así la ponemos. Al fin y al cabo es eso lo que queremos que la gente entienda, cierto? Por qué vamos a estar agregando un montón de cosas que no aportan a que nos entiendan, simplemente para que se vea bonito nuestro mensaje?
A la mayoría cuando nos enseñaron a redactar, nos enseñaron que muy pocas palabras es sinónimo de pereza y falta de habilidad, y que un texto que comunique una idea en una frase, carece de valor y es malo. Muy cierto si son Tolkien y están escribiendo el Señor de los Anillos. Pero absolutamente falso si son alguien que está tratando de transmitir un mensaje a una persona que no tiene tiempo para estar leyendo 50 páginas. No hay nada peor que abrir un correo electrónico y tener que bucear la idea central entre 20 líneas de saludos, deseos de que me encuentre bien, y manifiestos de buenas intenciones… nadie tiene tiempo para eso.
Pongan la idea central en el papel, de primero, sin adornos. Si la vuelven a leer y se entiende claramente, listo, terminaron.
Y la segunda parte del secreto para redactar, es redactar en el orden inverso al que nos enseñaron en el colegio!
En el colegio nos enseñaron que toda redacción tiene una introducción, un desarrollo, y una conclusión. Y se escriben en ese orden sobre de papel. Y pasaron años corrigiéndonos y poniéndonos en rojo «ESTO ES DESARROLLO NO INTRODUCCIÓN» y cosas por el estilo. Al final aprendimos el orden, y siento decirles que fue el orden equivocado.
Cuando uno invierte el orden y hace conclusión, desarrollo, introducción… sucede algo maravilloso. La conclusión es lo primero que ve la gente.
Qué es, al fin y al cabo, lo que quiere ver la gente de nuestro trabajo? Los resultados. Nadie quiere sentarse 3 horas a descifrar los pormenores de lo que hicimos, quieren saber a qué resultado llegamos. Y eso es la conclusión. Si la ponemos al inicio de nuestro texto, ahí está, no tienen que andarla buscando ni saltarse hasta el final del texto. Y si quieren entrar a ver el detalle de cómo llegamos a esa conclusión, cero problemas! Está inmediatamente después de la conclusión. Recuerdan? Conclusión – Desarrollo – Introducción!
Suena extraño redactar al revés, pero inténtenlo. Manden informes y correos electrónicos redactados al revés, y vean a ver qué pasa. Probablemente al inicio algún jefe ortodoxo y poco práctico se les va a quejar, pero conforme vean que llegan más rápido a la información que ocupan, más bien les van a pedir que nunca vuelvan a redactar de la forma anterior.
De hecho este post está hecho conclusión-desarrollo-introducción. Les ha costado leerlo? No creo. Más bien si han llegado hasta el punto de leer este párrafo, estaré muy sorprendido.
Pero, si hacemos eso la introducción queda al final!
Qué sentido tiene la introducción en todo esto? La introducción nos va a quedar al final, donde no «introduce» nada.
Qué es al fin y al cabo la introducción? Es un resumen. El 95% de las introducciones resumen en un párrafo qué es lo que contiene el documento. Y un resumen es una excelente forma de cerrar un texto. Así que, no se preocupen si la introducción queda al final del texto. Úsenla como un resumen de los puntos más importantes.
Utiliza en este secreto para todo lo que tengan que redactar. Les garantizo que no se van a arrepentir. Vayan directo a la idea, no la adornen, y pongan la conclusiones primero. Hace mil veces más fácil de entender y de leer las cosas.