Cual es la mejor forma de leer un libro?

por | septiembre 6, 2016

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Saber la mejor forma de leer un libro es una destreza que vale la pena desarrollar. Es curioso: en la escuela y el colegio nos enseñan a leer, pero no nos enseñan necesariamente cómo usar un libro de la mejor manera.

Y es que un libro debería ser visto como una herramienta, algo que contiene conocimiento, pero que no es automático. El libro no sabe qué estamos buscando, simplemente contiene la información, en el orden en que fue escrito.

Durante toda nuestra vida nos enseñan que los escritos tienen tres partes: introducción, desarrollo, conclusión. Y en ese orden debemos producirlos. Es de suponer que en el mismo orden deberíamos recuperarlos a la hora de leer un libro: primero la introducción, luego el desarrollo, y luego la conclusión.

No! Así no es la mejor forma de leer un libro. Cuál es, entonces, la mejor forma de leer un libro?

Primera forma de leer un libro: leer integralmente, por gusto

book_guide_hero_booksHay diferentes estilos de lectura, que tenemos que usar en diferentes momentos.

Primero está el estilo de leer por gusto, para explorar el contenido. Este es el que usamos típicamente cuando leemos una novela, o cuando leemos un libro porque realmente queremos leerlo. En este estilo de lectura, se sigue el contenido del libro, de principio a fin, en el orden en el que lo puso el autor. Empezamos en la página 1, y seguimos hasta llegar al final. Vamos leyendo cada palabra y en nuestra mente el libro va construyendo una especie de película, según vamos avanzando.

Este estilo funciona muy bien precisamente para novelas y textos lineales, donde el autor coloca en orden los eventos que suceden. En una novela si uno lee el capítulo 5 antes que el 1, probablemente no obtenga un panorama muy claro del asunto. Hay que ir en orden, para tener la mejor perspectiva del contenido del libro.

El problema con este estilo de lectura es que es tedioso. Nos obliga a pasar por muchas partes del libro que no necesariamente nos aportan nada, para finalmente llegar a la parte que nos interesa. Además, nos carga de mucha información que tenemos que recordar, y puede que terminemos leyendo el libro dos o tres veces para poder tener la perspectiva clara de la historia y todo lo que ocurrió.

En la mayoría de las escuelas y colegios se nos enseña que esta es la forma de leer. Nos sientan frente a un libro, y nos hacen leer una página tras otra tras otra. Si nos saltamos una página, inmediatamente nos hacen devolvernos. Y mucha gente queda con la idea de que esta es la manera más eficiente de leer.

No necesariamente esta es la mejor forma de leer un libro, como veremos a continuación.

Segunda forma de leer un libro: leer para buscar información

Book Fair shelvingSegundo, tenemos el estilo de leer para buscar información. Quizás esta sea la forma más eficiente de leer un libro, porque implica reducir el esfuerzo necesario para obtener la información que buscamos. Cuando leemos un libro para buscar información, hacemos igual que un buscador de internet: nos concentramos en lo que estamos buscando, y pasamos por alto las cosas que no nos dan respuesta.

Cuando leemos para buscar información, se vale saltar de entrada a cualquier capítulo o cualquier parte del libro. Podemos usar el índice para ubicar el contenido que ocupamos, y saltar directamente a él. O si el índice no es muy útil, podemos pasar las páginas rápidamente, buscando entre los títulos y subtítulos algo que nos diga que ahí está lo que ocupamos.

Generalmente cuando buscamos información vamos directamente a la respuesta que ocupamos. Y de ahí nos devolvemos buscando información complementaria que nos ayude a comprender. Porque ciertamente, hay algunos conocimientos que dependen de otros en los libros. Y en muchas ocasiones encontramos que la respuesta que se nos da es una ecuación, con factores que no terminamos de entender que estaban en un capítulo anterior. Entonces vamos rastreando hacia esos capítulos, para buscar justo lo que ocupamos: el significado de esos factores.

Este segundo método también tiene la desventaja de que a veces tenemos que volver varias veces sobre lo mismo. En cada vuelta que damos, tenemos más información que hemos ido encontrando, y al cabo de unas cuantas vueltas ya terminamos de entender el concepto. Pero definitivamente, es mucho más eficiente que buscar de forma lineal el contenido.

Tercera forma de leer un libro: leer para enterarnos por encima del contenido

La última forma de leer un libro, la lectura rápida, es cuando estamos simplemente enterándonos de su contenido. En este caso no nos interesa más que ver algunos puntos claves:

  • El resumen de la portada y contraportada
  • La tabla de contenidos o índice
  • El prólogo del libro
  • Los títulos y subtítulos de las diferentes páginas
  • Una que otra frase extraída de los párrafos del libro
  • La página de conclusiones

Lo que buscamos aquí es darnos una idea de qué contenidos tiene el libro, sin entrar de forma muy específica a ellos. Es como llegar a un país o una ciudad nueva, y ver un mapa: de entrada no nos ponemos a ver la interacción detallada entre calles y avenidas, sino que observamos la mancha de la ciudad y las calles y autopistas más importantes. Nos hacemos usa idea general de si la ciudad es grande, pequeña, y a dónde están algunas cosas respecto a otras… qué hay al este, al oeste.

En este tercer estilo de lectura es donde más aprovechamos los capítulos complementarios del libro: prólogo, portada, contraportada, tabla de contenidos. Porque estos son los que nos dan la mejor idea de cómo está organizado el libro y qué cosas contiene. Muchas veces si abrimos el libro y nos fijamos en el texto que viene detrás de la portada, en el doblez de la hoja portada, obtenemos pistas muy valiosas de sus contenidos. Igualmente en el prólogo, el autor nos cuenta muchas veces cuál fue su intención al escribir el libro, qué cosas incluyó, y qué se le quedó por fuera.

Los títulos y subtítulos grandes que vemos en las páginas nos ayudan mucho a hacer un mapa mental del contenido. Igualmente nos puede aportar conocimiento el leer las primeras y últimas frases de algunos párrafos. Generalmente es buena idea leer un par de frases  inmediatamente después de cada título. También, si la tabla de contenidos o índice es lo suficientemente detallada, nos puede ser de gran utilidad y evitarnos ver todo el libro para mapear su contenido.

Con esta tercera forma de lectura lo que queremos es contestar la pregunta: de qué se trata el libro, en cuestión de 3 o 5 minutos. No tenemos que entrar en mucho detalle, ni tenemos que ponernos a leer de principio a fin. Vamos pasando rápidamente el libro, recordando los detalles más sobresalientes.

A la hora de comprar un libro, esta tercera forma de lectura puede ser muy útil. Porque nos permite ver rápidamente si el libro tiene cosas que nos interesan o no. Hay mucha gente que entra ciegamente a una venta de libros, elige uno que se ve interesante, y lo lleva sin analizar su contenido. Muy poco productivo, especialmente si a las pocas horas se dan cuenta que no les gusta lo que contiene.

Como usar la biblioteca que tenemos a mano

Normalmente tenemos a nuestra disposición muchos libros, especialmente cuando salimos de la universidad y entramos al mundo profesional. Todos esos años de búsqueda de conocimiento han producido que tengamos en nuestra biblioteca personal muchos libros diferentes. Pero, cuántos de esos realmente los hemos leído? No es nada extraño que terminemos con una serie de libros, totalmente nuevos, recogiendo polvo.

Usando la tercera forma de leer un libro, podemos pasear rápidamente por nuestra biblioteca, y hacernos una idea de qué es exactamente lo que tenemos ahí. Eso puede servirnos para explorar los contenidos que más nos interesen, y además para decidir qué libros desechar porque no nos aportan mayor cosa.

Cuando ocupemos buscar algún dato o información específica, si hemos ya reconocido nuestra biblioteca, podemos usar la segunda forma de leer un libro para ubicar el dato que ocupamos rápidamente.

Y la primera forma de leer un libro, la reservamos solo para aquellas ocasiones donde genuinamente ocupemos leer un libro de principio a fin, ya sea porque nos interesa de sobremanera, o porque ocupamos todo el conocimiento que hay en él.

En la sociedad moderna, el conocimiento en los libros es lo que abunda. Y con la llegada de internet, la información se ha multiplicado exponencialmente. Es crítico saber diferentes estilos de lectura, y saber en qué momento aplicarlos, para sacarle el máximo provecho a la sociedad de información en la que vivimos.

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